jueves, 11 de diciembre de 2014
lunes, 27 de octubre de 2014
miércoles, 10 de septiembre de 2014
domingo, 24 de agosto de 2014
martes, 12 de agosto de 2014
viernes, 4 de julio de 2014
jueves, 12 de junio de 2014
Seamos realistas. Midamos lo imposible.
Es ya
conocida la proliferación de mediciones sobre precios y evolución de los
índices de pobreza e indigencia.
La indigencia se calcula como el % de población que no accede a una
canasta básica alimentaria. La canasta supone la adquisición de productos de
precio mínimo, es decir, el más barato de su rubro por la misma cantidad.
Esto en la práctica, es imposible
de conseguir en un único lugar de compra por cuanto algunos productos son más
baratos en unos lugares que en otros.
La canasta básica mide los precios
de productos y cantidades que necesita un varón de 30 a 59 años para tener sus
necesidades alimentarias cubiertas.
En referencia a lo alimentario
existen incluso otros estudios que cuestionan la composición y las kilocalorías
que proveen las canastas que habitualmente se utilizan para las estimaciones.
La canasta de pobreza es el
resultado de multiplicar la canasta básica alimentaria por un coeficiente que
agrega los gastos no alimentarios (vestimenta, transporte, salud, indumentaria,
esparcimiento, vivienda, equipamiento, etc). Ese coeficiente se llama
inversa de Engel; hagámosle un mínimo tributo.
De ahí se expande hacia el resto
de los miembros según sexo y edad de los integrantes del hogar por cuanto cada uno
de nosotros tenemos diferentes necesidades energéticas.
Aquí es donde, además, intervienen
la estrategias de consumo de cada hogar que son muchas y distintas porque los
hogares se componen de diferentes formas y tamaños.
De lo anterior se desprende que
para medir pobreza hay que medir precios, el gasto de los hogares y luego la
carencias por ingresos de la población de estudio. Estos son los requerimientos
que hay que tener y que, no todos los que difunden estimaciones, tienen.
No obstante, tenerlos no es garantía de
nada.
El diario La
Nación difundió en el día de hoy un estudio elaborado por la UCA sobre la
incidencia de la pobreza en el conurbano de la Provincia de Buenos Aires que
impactaría sobre el 30% de la población.
Durante la
semana ya habíamos leído en Clarín que el 28,4% de los porteños vivía debajo de
la línea de pobreza.
La noticia
del diario Clarín, remitía a un estudio elaborado por la Dirección de
Estadísticas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que puede verse aquí: http://www.estadistica.buenosaires.gob.ar/areas/hacienda/sis_estadistico/ir_2014_694.pdf
Resultaba muy
llamativa la convergencia de ambos estudios elaborados por un organismo oficial
y una Universidad vinculada a la Iglesia por cuanto existe larga evidencia
empírica de que los registros de pobreza de la ciudad de Buenos Aires y los
partidos del Conurbano de la Provincia de Buenos Aires son marcadamente
disímiles. Resultaba llamativo porque ambos estudios orillaban el 30% de
pobreza para la región metropolitana casi sin diferencias entre las regiones.
Incluso, llamaba
aún más la atención que la Dirección de Estadísticas del GCBA @EstadisticaBA
difundiera desde su cuenta oficial una nota que claramente entraba en conflicto
con sus propios datos.
Semejantes diferencias
podrían tratar de entenderse a partir de márgenes de errores en las
estimaciones como consecuencia de tamaños muestrales ostensiblemente
diferentes.
La UCA informa
un tamaño muestral (n=5700) discreto para medir la pobreza a nivel nacional y
mucho más discreto si restringimos el análisis a los elementos correspondientes
a la Ciudad de Buenos Aires. En consecuencia el margen de margen de error se
expande en la estimación pero difícilmente podamos justificar la diferencia
entre 8% y 28%.
En
contraposición, la medición del GCBA informa un tamaño muestra de 9.578
elementos según surge de la Encuesta Anual de Hogares.
En síntesis, la muestra del GCBA es casi el doble de tamaño y
para medir sólo la ciudad de Buenos Aires y sería una muestra con menor margen
de error para la estimación.
¿Qué pasa
entonces si proyectamos la pobreza nacional a partir de la muestra del GCBA?
Tomemos como
referencia la encuesta de UCA y la relación de pobreza entre ciudad y país.
Si
proyectamos esa relación a partir de la encuesta GCBA, la pobreza nacional
sería de 101,4%. Un absurdo que nos eximimos de explicar.
Hay larga
evidencia empírica que la pobreza a nivel nacional es claramente mayor que la
registrada en la Ciudad. Tomando los datos oficiales informados por INDEC y para
el período 2003-2007 para evitar discusiones al respecto del organismo, la
pobreza en el país fue en promedio un 190% mayor que los valores registrados en
la Ciudad.
En
consecuencia, si aplicáramos esa relación histórica a la encuesta del GCBA (que
como ya dijimos tiene una muestra más amplia) la pobreza nacional alcanzaría al
80% de la población. Otro absurdo que también nos eximimos de explicar aunque
el valor esté comprendido en la escala porcentual.
Qué jodidos
son los números. Porque una muestra de mayor tamaño (GCBA) nos lleva a un absurdo
por la relación histórica de la incidencia de la pobreza de la ciudad respecto
del total nacional.
Y una muestra
discreta de tamaño menor y márgenes de errores más amplios (UCA) nos lleva a
otras incongruencias que ya señalamos en otra oportunidad. Así es que las
mediciones de UCA, alguna vez, registraron ya impresionantes caídas de pobreza nunca
vistas (pero siempre publicadas jeje) del 35% al 22% tan sólo en meses.
Qué jodidos
son los números...
martes, 3 de junio de 2014
Un ataque viral es 5 veces más efectivo que una defensa. Repercusiones mediáticas y en redes sociales de una misma noticia
La relación entre repercusiones mediáticas y en redes sociales en el caso de la Carta del Papa.
La semana pasada se armó alto revuelo con la difusión de una carta del Vaticano que primero se supuso como falsa y luego se confirmó como verdadera.
El episodio fue un laboratorio interesante por la velocidad en la que se sucedieron los acontecimientos que se desarrollaron en apenas 24 horas y por supuesto fueron acompañados por repercusiones mediáticas tradicionales y redes sociales que vivieron “minuto a minuto” la evolución de lo que se inició como un papelón por la supuesta falsificación de la carta y terminó como un papelón para la falta de conocimiento de la emisión de la carta por parte del mismo emisor.
El tratamiento de los diarios con sus versiones impresas y online fue dispar.
Así es que por ejemplo, el diario La Nación tuvo una cobertura mayor para la noticia cuando se presumía falsa. En total dedicaron 18 artículos (69.000 caracteres entre web y diario) distribuidas en notas por mitades según la carta fuera “falsa” o verdadera; la extensión de las mismas, en cambio favoreció a la versión presumida como falsa.
El diario Clarín, en contraposición, dedicó mayor cantidad de notas y centrimetraje asociado a la noticia cuando ya se confirmó como verdadera (4 cuando la noticia se suponía como falsa y 6 cuando se había confirmado como verdadera).
El siguiente gráfico muestra la nube de palabras asociadas a la carta en La Nación y Clarín según los artículos hayan sido escritos bajo la presunción de falsedad o la confirmación de veracidad.
Las redes sociales, en general; y twitter, en particular, acompañaron la evolución del tema de manera intensa. En el siguiente gráfico pueden compararse la cantidad de tweets influyentes con usuarios con más de 5000 seguidores que hayan conseguido al menos 10 RTs para los dos momentos que atravesó la “carta del Papa”.
Si bien la cantidad total de tweets influyentes cuando la carta se confirmó como verdadera fue superior al acumulado de tweets cuando la carta se presumía falsa, la evolución horaria muestra que la reacción en tweets cuando se la presumía falsa ha sido más virulenta e intensa registrando los 2 picos máximos. En la práctica, mientras la carta se presumía como falsa 4 hashtags, 3 palabras asociadas y 1 usuario (@pontifex) alcanzaron a ser tendencias en Argentina (trending topic); con una composición de contenido marcadamente negativa. En contraposición, cuando la carta se confirmó como verdadera y aún habiendo alcanzado mayor cantidad de tweets influyentes sólo consiguieron un registro de tendencia (Karcher) tal como muestra el siguiente gráfico.
Las redes sociales reaccionaron de manera más intensa, rápida y efectiva cuando la carta se presumía falsa y la noticia rozaba el #papelón; en definitiva y como reza una máxima del periodismo, se publican los aviones que caen pero no los que llegan.//
También aquí: http://www.infonews.com/2014/05/30/politica-146927-la-carta-del-papa-y-la-cobertura-mediatica.php
Así es que por ejemplo, el diario La Nación tuvo una cobertura mayor para la noticia cuando se presumía falsa. En total dedicaron 18 artículos (69.000 caracteres entre web y diario) distribuidas en notas por mitades según la carta fuera “falsa” o verdadera; la extensión de las mismas, en cambio favoreció a la versión presumida como falsa.
El diario Clarín, en contraposición, dedicó mayor cantidad de notas y centrimetraje asociado a la noticia cuando ya se confirmó como verdadera (4 cuando la noticia se suponía como falsa y 6 cuando se había confirmado como verdadera).
El siguiente gráfico muestra la nube de palabras asociadas a la carta en La Nación y Clarín según los artículos hayan sido escritos bajo la presunción de falsedad o la confirmación de veracidad.
Las redes sociales, en general; y twitter, en particular, acompañaron la evolución del tema de manera intensa. En el siguiente gráfico pueden compararse la cantidad de tweets influyentes con usuarios con más de 5000 seguidores que hayan conseguido al menos 10 RTs para los dos momentos que atravesó la “carta del Papa”.
Si bien la cantidad total de tweets influyentes cuando la carta se confirmó como verdadera fue superior al acumulado de tweets cuando la carta se presumía falsa, la evolución horaria muestra que la reacción en tweets cuando se la presumía falsa ha sido más virulenta e intensa registrando los 2 picos máximos. En la práctica, mientras la carta se presumía como falsa 4 hashtags, 3 palabras asociadas y 1 usuario (@pontifex) alcanzaron a ser tendencias en Argentina (trending topic); con una composición de contenido marcadamente negativa. En contraposición, cuando la carta se confirmó como verdadera y aún habiendo alcanzado mayor cantidad de tweets influyentes sólo consiguieron un registro de tendencia (Karcher) tal como muestra el siguiente gráfico.
Las redes sociales reaccionaron de manera más intensa, rápida y efectiva cuando la carta se presumía falsa y la noticia rozaba el #papelón; en definitiva y como reza una máxima del periodismo, se publican los aviones que caen pero no los que llegan.//
También aquí: http://www.infonews.com/2014/05/30/politica-146927-la-carta-del-papa-y-la-cobertura-mediatica.php
sábado, 24 de mayo de 2014
lunes, 14 de abril de 2014
La política en Twitter, una ampliación del campo de batalla
Leemos en: http://cincominutosmas.com.ar/en-clave-digital/la-politica-en-twitter-una-ampliacion-del-campo-de-batalla/
Una larga mesa con un modesto cartel impreso que decía La política en Twitter reunió ayer a asesores digitales de diferentes fuerzas políticas, Julieta Goldman (@goligoli), Carolina Ortega (@ComandoCarolita) y Martín Romeo (@Queruzo), para debatir fundamentalmente sobre nuevas formas de comunicar.
El politólogo Nicolás Tereschuk (@escriba), editor de Arte Política, tuvo la difícil tarea de moderar la charla y generar debate, “¡sangre!”, para los que fuimos hasta Tecnópolis y los que siguieron este segmento digital del Encuentro Federal de La Palabra -que continúa hoy y mañana- a través del streaming en http://www.encuentropalabra.ar/vivo. LA polémica (bueh, no fue para tanto…)
En el más amarillo de los sentidos, el momento “polémico” de la jornada ocurrió mientras Julieta, directora de General de Nuevo Medios de GCBA, hablaba de viralidad y desde la tribuna gritaron “Macri con calzas es viral”. A lo que @Queruzo retrucó: “Macri a la mañana es viral”.
Pero la charla trascendió esta dulce chicana y redundó fundamentalmente en los desafíos que plantea en la comunicación un espacio que se caracteriza por una ilusión de horizontalidad. Desafíos de la horizontalidad @ComandoCarolita, que asesoró a Felipe Solá y hoy trabaja en una consultora, definió a las redes sociales en general como “una ampliación del campo de batalla” y, sobre su labor en la estrategia, reflexionó: “Es importante que toda cuenta de Twitter tenga vida detrás, que se perciba que detrás hay una persona, sino no va a explotar”.
Mientras a muchos los obsesiona cómo contar algo en 140 caracteres, @goligoli llamó la atención sobre otro aspecto importante que muestran las redes sociales para políticos e instituciones: “Twitter es un espacio en el que hay que estar más que nada para escuchar”.
Martín Romeo -último en este listado para llevar un poco de justicia al excesivo uso que le dio al espacio para su presentación- sostuvo que, más allá de que las estadísticas revelan la poca participación que tiene el 80 por ciento de los perfiles en el total de la producción de contenidos, la importancia de Twitter radica en que “es una caja de resonancia porque ahí están todos los formadores de opinión”. “Una mejor versión de ellos”.
Hacia el final se habló del mal uso que algunos políticos hacen de la herramienta. @Queruzo explicó esto a partir de “la falta de identificación de objetivos”. @guliguli, por su parte, remarcó casos de inconsistencia en Twitter “como aquellos políticos que sólo usan la red en campaña”. Los tres destacaron la rol del Community Manager para sacar lo mejor del político en su perfil de red social. Y alguien tiró: “Cuando algunos políticos insisten con administrar su propia cuenta de Twitter les explico que soy una mejor versión de ellos”.
miércoles, 9 de abril de 2014
martes, 11 de marzo de 2014
jueves, 13 de febrero de 2014
lunes, 20 de enero de 2014
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